– Andrés Otalora –
Contexto histórico: Derechos Humanos y empresas
Desde la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, las empresas han sido identificadas como actores clave en la promoción y protección de estos derechos. Sin embargo, fue en 2011, con la publicación de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, cuando se estableció un marco claro: las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, prevenir impactos negativos y remediar las violaciones relacionadas con sus operaciones.
La historia reciente ha demostrado que las empresas que no gestionan adecuadamente los riesgos en esta área enfrentan consecuencias legales, reputacionales y financieras. Casos como el colapso de la fábrica Rana Plaza en Bangladesh (2013) o las acusaciones de trabajo forzoso en cadenas de suministro globales muestran cómo la falta de atención a los derechos humanos puede tener repercusiones devastadoras.
Estadísticas clave para destacar
- Impacto en la reputación corporativa: Según un estudio de GlobeScan (2022), el 83 % de los consumidores considera que las empresas deben asumir la responsabilidad de respetar los derechos humanos, y el 56 % toma decisiones de compra basadas en esta percepción.
- Riesgos legales: En 2021, más de 250 casos de litigios relacionados con derechos humanos se presentaron contra empresas en jurisdicciones clave como Europa y América del Norte. Las leyes recientes, como la Ley de Diligencia Debida en Cadena de Suministro de Alemania (2021), refuerzan esta tendencia.
- Beneficios económicos: Según PwC, las empresas que integran los derechos humanos en sus estrategias operativas son un 30 % más propensas a atraer inversiones de fondos sostenibles. Además, los empleados tienen un 25 % más de probabilidades de permanecer en empresas que promueven un entorno laboral inclusivo y respetuoso.
Datos relevantes
- Cumplimiento regulatorio: El entorno normativo está evolucionando rápidamente. No cumplir con estándares como los UNGPs puede derivar en sanciones significativas.
- Atracción de talento: El 70 % de los jóvenes profesionales priorizan trabajar en empresas comprometidas con valores éticos y sostenibles (Deloitte Millennial Survey, 2023).
- Estabilidad operativa: Ignorar los derechos humanos puede generar conflictos sociales, interrupciones en las operaciones y pérdida de licencias sociales para operar.
- Acceso a financiamiento: Los inversionistas buscan cada vez más indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) al evaluar riesgos y oportunidades de inversión.
Razones clave para actuar
- Trabajo infantil y forzoso: Más de 160 millones de niños se encuentran en situación de trabajo infantil, y casi 50 millones de personas viven en condiciones de trabajo forzoso, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2022).
- Diversidad e inclusión: Empresas con políticas sólidas de inclusión tienen una probabilidad un 35 % mayor de superar a sus competidores en rentabilidad, según McKinsey.
- Cambio climático y derechos humanos: Las comunidades vulnerables son las más afectadas por los impactos ambientales. La gestión responsable de los derechos humanos incluye abordar riesgos climáticos asociados a las operaciones empresariales.