– Ana Lucía Daza Ferrer –
Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, que se ha convertido en una plataforma para reflexionar y promover las prácticas ambientales responsables en todo el mundo. El origen de este día tan importante para nuestro planeta, se da el 5 de junio de 1972 en la Primera Conferencia de Las Naciones Unidas en Estocolmo; donde además de designar este día, se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cuya misión principal es inspirar, informar y permitir que las naciones y los pueblos mejoren su calidad de vida sin comprometer la de las generaciones futuras.
A lo largo de la historia, la ONU y el PNUMA han promovido la conciencia ambiental a través de diferentes movimientos y lemas que se difunden en este día como: “Solo una Tierra”(1974), “Un árbol para la paz” (1986), “Pobreza y medio ambiente: romper el círculo vicioso” (1993), “Ciudades verdes: ¡planear para el planeta!” (2005), “Economía verde: ¿te incluye a ti?” (2012), “Alza tu voz, no el nivel del mar” (2014) o “Reimagina. Recrea. Restaura” (2021), entre muchos otros.
50 años después, millones de personas y organizaciones continuamos trabajando fuertemente por generar conciencia e impulsar cambios en los hábitos de consumo, las políticas y las prácticas ambientales; y hoy celebramos este día reflexionado y buscando soluciones para la contaminación por plásticos.
¿Por qué es tan importante que busquemos soluciones cuánto antes?
- Se estima que en el planeta anualmente se producen alrededor de 430 millones de toneladas de plástico, que en gran parte (cerca del 50%) se han creado para ser utilizados una única vez y menos del 10% se recicla. Además, anualmente cerca 5% (aproximadamente 20 millones de toneladas), terminan su vida útil en las fuentes hídricas, como ríos y mares.
- Hoy en el planeta habitan más 8 billones de personas, y una sola persona en 75 años de vida, puede generar alrededor 1800 kilos de residuos plásticos.
- En Colombia se estima que se consumen más de 1,4 millones de toneladas de plástico todos los años, de los cuales únicamente se recicla el 20%. Adicionalmente, cada persona genera más de 24 kilogramos de residuos plásticos al año; estas cifras nos ubican como el país de la región que más contribuye con la contaminación por plásticos del mar Caribe (por encima de Estados Unidos y México).
- Los hogares colombianos generan aproximadamente 4,5 kilos diarios de residuos, de los cuales en ciudades como Bogotá, alrededor del 56% son residuos plásticos.
- Asimismo, de todo el plástico consumido en Colombia, se estima que el 55% son materiales destinados a productos de uso corto (como los envases y empaques) y cerca del 3% a productos de único uso (bolsas, vasos, pitillos, cubiertos, etc).
- Los plásticos son la fracción más grande, dañina y persistente de los residuos que se encuentran en el océano y representan el 85% del total de los residuos marinos. Se estima que al océano llegan 8 millones de toneladas de plástico anuales y que hoy hay un total de 150 millones de toneladas, proyectando que para 2050 haya más plásticos que peces en el mar.
- Otra problemática creciente son los microplásticos (hasta 5 milímetros de diámetro), que cada vez están más presentes en alimentos, el agua y el aire, debido al mal manejo de los productos plásticos, perjudicando la salud de las personas y afectando a la biodiversidad y ecosistemas del planeta.
(Fuentes: unep.org, semana.com, derecho.uniandes.edu.co)
Los plásticos son muy importantes para el estilo de vida que llevamos en la actualidad y para frenar la contaminación derivada del mal manejo de estos, es necesario replantear la forma en la que los utilizamos, para asegurar la disposición adecuada de los residuos y su reciclaje desde una visión de circularidad y largo plazo.
Debemos aprovechar los avances científicos y tecnológicos con los que contamos hoy, continuar innovado hacia modelos económicos circulares y generar articulación entre los gobiernos, las empresas, la ciudadanía y otras entidades como las educativas, para implementar y potencializar las medidas que se requieran para frenar las condiciones actuales desfavorables.
Frente a esto, en Colombia tenemos un gran camino por recorrer, pero se ha avanzado desde diferentes frentes. Cada vez vemos más empresas comprometidas con medir, disminuir, compensar y neutralizar su huella de plástico, como Nestlé Colombia que fue reconocida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible como la primera empresa plástico neutro del país, al recuperar el equivalente al 100 % del plástico que pone en el mercado con sus empaques.
Desde la regulación, Colombia cuenta con diferentes instrumentos y normas con las que se busca avanzar en diferentes aspectos relacionados con la Economía Circular y que tienen relación con la gestión de los plásticos, como La Estrategia Nacional de Economía Circular (2018), la Resolución 1407 de 2018 y la 1342 de 2020 sobre la gestión ambiental de los residuos de envases y empaques de papel, cartón, plástico, vidrio, metal; y más recientemente la Ley 2232 de 2023 en la que se establecen medidas tendientes a la reducción gradual de la producción y consumo de ciertos productos plásticos de un solo uso y el Plan Nacional para Gestión Sostenible de los Plásticos de un Solo Uso (2021).
¿Plásticos de un solo uso?
Sin duda alguna, uno de los principales retos que tenemos en cuanto al manejo de los plásticos se da con aquellos que son concebidos para tener un único uso, ya que desde la visión de la Economía Circular, debemos buscar alargar la vida útil de los productos y materiales. Además, estos en muchos casos suelen ser fabricados con materiales de difícil comercialización y por ende pueden presentar bajas tasas de reciclaje.
De acuerdo con la Ley 2232, los plásticos de un solo uso son “Productos de plástico que no han sido concebidos, diseñados o introducido en el mercado para realizar múltiples circuitos, rotaciones o usos a lo largo de su ciclo de vida, independientemente del uso repetido que le otorgue el consumidor. Son diseñados para ser usados una sola vez y con corto tiempo de vida útil, entendiendo la vida útil como el tiempo promedio en que el producto ejerce su función.”
Hay diferentes tipos de plásticos de un solo uso, y la ley plantea la prohibición y sustitución gradual (entre 2 y 8 años) de los siguientes:
Bolsas de punto de pago
Utilizadas para embalar, cargar o transportar paquetes y mercancías, excepto aquellas reutilizables o de uso industrial.
Bolsas utilizadas para embalar
periódicos, revistas, publicidad y facturas, así como las utilizadas en las lavanderías para empacar ropa lavada.
Rollos de bolsas vacías
En superficies comerciales para embalar, cargar o transportar paquetes y mercancías o llevar alimentos a granel, excepto para los productos de origen animal crudos.
Envases o empaques, recipientes y bolsas
para contener líquidos no preenvasados, para consumo inmediato, para llevar o para entregas a domicilio.
Vajillas plásticas
Platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas, vasos y guantes para comer.
Mezcladores y pitillos
para bebidas
Soportes plásticos
para las bombas de inflar.
Confeti, manteles y serpentinas
Envases o empaques y recipientes
para contener o llevar comidas o alimentos no preenvasados conforme a la normatividad vigente, para consumo inmediato, utilizados para llevar o para entregas a domicilio.
Láminas
para servir, empacar, envolver o separar alimentos de consumo inmediato, utilizados para llevar o para entrega a domicilio.
Soportes plásticos de los copitas de algodón
o hisopos flexibles con puntas de algodón.
Mangos para hilo dental
o porta hilos dentales de uso único.
Empaques, envases o cualquier recipiente
empleado para la comercialización, al consumidor final, de frutas, verduras y tubérculos frescos que en su estado natural cuenten con cáscaras; hierbas aromáticas frescas, hortalizas frescas y hongos frescos. Podrán emplearse tales empaques, envases o recipientes para garantizar la inocuidad de los alimentos, prevenir la pérdida o el desperdicio de alimentos, y/o proteger la integridad de los mismos frente a daños, siempre y cuando los materiales empleados sean en su totalidad reciclables y/o reciclados, conforme lo permita la normatividad sanitaria, y cuenten con metas de reincorporación en un modelo de economía circular.
Adhesivos, etiquetas
o cualquier distintivo que se fije a los vegetales.
El reto es grande y las soluciones deben venir desde todos los actores y sectores. Como ciudadanos debemos comprometernos a evitar el uso de plásticos innecesarios, alagar lo más que podamos la vida útil de los productos plásticos y separar adecuadamente los residuos para asegurar que los plásticos y demás materiales sean recuperados y no terminen en el mar o nuestra comida.
Desde ARCO les invitamos a unirse al movimiento mundial por un planeta
#SinContaminaciónPorPlásticos
¿y tú a qué te comprometes hoy?